Que esta primavera ha empezado lluviosa está claro, al mirar por la ventana y ver el cielo gris, cuesta recordar que la primavera está asociada a la luz, los olores intensos y el inicio de la buena temperatura. Este año no, todo ha cambiado. El cielo encapotado se ha convertido en una constante y las lluvias invitan a no mojarte en casa.
Por eso esta selección de primavera se funde con el Jazz, música tranquila y relajante a escuchar al otro lado de los vidrios con una buena taza de Café o Té. Para un segundo y ¡Disfruta!.
Los que me conocéis sabéis bien que en los cambios de estación me gusta cambiar mi "sonoteca" de diario y adecuarla al estado de ánimo, ambiente, temperatura, etc. En este cambio de estación y mientras sigue lloviendo en gran parte de la península añado estas palabras.
Tenía ganas de oír el trabajo por separado de los hermanos Gallagher´s "ex-oasis" en ambos casos. Por un lado Noel, cuyo trabajo suena mucho a su etapa anterior, sonido fino y elegante, y por el otro Liam, el "bad boy" al frente de la formación Beady Eye sonando un poco más caótico pero con cierta "chispa" también en la producción. El tercero de los discos de este otoño, que para mi eran totalmente desconocidos, The Pretty Reckles, cuyo primer disco ya ha tenido una reedición. Rock potente a la antigua usanza, con una voz femenina muy bien acoplada. Como veis, no soy bueno con la etiquetas, porque tampoco me gustan, pero digamos que estos tres discos son lo que suenan este otoño en mi día a día.
Curioso efecto el que se produce al poner a los dos ex de oasis en reproducción aleatoria, porque verdaderamente te llevan a esa etapa anterior tan fructífera para ellos. Disfrutar tanto como yo.
Mi
mente seguía sin recordar nada... por mucha presión que me metieran física o
psicológicamente, no había nada que hacer. -¿Por qué no me dicen que
están buscando y así acabamos cuanto antes? Dije tímidamente. –Tú lo sabes, ¡haz
memoria de una vez! Gritó la voz grave detrás de mí.
Pensé
que era inútil, que por muchas vueltas que le diese esta conversación se
alargaría horas y más horas y nada sacaríamos en claro. Mientras intentaba repasar
mis últimos recuerdos, chequeaba cada una de las extremidades de mi cuerpo,
sentía todo y nada a la vez. - Enseñarme de nuevo la foto de esa casa. Exclamé.
Era
una fachada como muy colonial, de esas con grandes columnas blancas que hacen
de pórtico y ventanas grandes con contraventanas de madera. Un recuerdo rápido
llegó instantáneamente. Era yo de niño, jugando en ese porche a contar las
estrellas tumbado en el balancín. Balancín… volví a la foto, no había balancín
¿Sería lo que buscaban? ¿Para qué querría yo un balancín de hierro oxidado
antiguo...? – Algo ha recordado, mírale la cara. ¿No es así? Levanté la vista de
nuevo buscando las voces que oía. ¿Y cómo explicaba lo del balancín? Ese
recuerdo no servía para nada… o sí… no había forma de saberlo y mi cabeza seguía dándome vueltas.
-Deberías
ya saber que no nos gusta esperar y que tampoco nos gusta que el personal se “vaya
de rositas” en un tema como est… la voz paró en seco. Un rugido ensordecedor
venía del exterior y a juzgar por cómo hicieron silencio no eran buenas
noticias.
La casa gris.1917 Óleo sobre lienzo. Museo Thyssen,Madrid.
Cuestión de principios. Encontrar un espacio en el que poder albergar algún atisbo de pensamiento, es todo un lujo. El sonido de los obuses resuenan cada vez más fuertes encima de nuestras cabezas y poder sentarse un segundo y escribir unas líneas es reconfortante. Nos hace creer que por mucho ruido que metan otras batallas, la propia y personal, es la que al final nos quedará a cada uno de nosotros.
Vuelvo, con ganas y vuelvo. Importante decisión para no abandonar a nadie en el frente. Muchos cayeron, los llamaron "daños colaterales" a mi me gusta más "pasaron de moda". Dentro de la Trinchera, enfangados de barro hasta las rodillas esperamos nuestro momento de salir ahí afuera... mientras tanto, esperaremos órdenes pacientes junto a las ratas. ¿O no?
¿Y ahora que? ¿Quien vende ropa tendida en el mercado? ¿Quien saluda a los semáforos de las ciudades? ¿Quien malvende un espacio entre las galaxia de Orión y el espacio que queda entre los anillos de Saturno? ¿Quien arrebató a Vulcano el secreto de su fragua?
Ese pequeño espacio dibuja un pequeño mundo acompañado de compases y ritmos. ¿Quien dijo que la vida era un color que movía el sentido del tiempo? ¿Cómo era la sangre de postores de arrabales y tugurios? ¿Quien dijo miedo?
Los sentidos han dejado paso a las sensaciones y con ellas, una pequeña estela es la que se dibuja en un espacio taciturno y tu eres capáz de ver lo que cambia la existencia. Una porción de cielo se dibuja entre las estrechas calles de la ciudad.
¡Cual fue el precio de la victoria!
¿Pero cual es el momento en el que cualquiera se piensa feliz? Que pequeño espacio es en el que se escriben los versos, esos que putearon un lugar relativo al significado de la palabra sentido...
Ahora es el momento de la brujas, ese en el que el cielo y el infierno se unen para crear un solo universo, en el que sólo las estrellas claman su recompensa por haber conquistado el infinito. Ellos, no supieron a que atenerse, las balas silbaban por el aire como quien mastica el hierro de los barrotes del Ades.
¿Quien se merece un espacio en la vida eterna? Joder, si lo mejor que has hecho en tu vida es follarte a esa perra venezolana que la mamaba en cantidad...
Acabaré encontrando un resquicio dentro de tu alma para asestarte el golpe certero, ese que te deje inmóvil e inerte, incapaz de ver a tu alrededor y de sentir nada. Porque en ocasiones las cosas son mejores sin verlas llegando a superar los traumas y los miedos. Me miras con esos ojos pequeñitos y redondos, ¿Qué estarás pensando? Te diré que si es temor lo que sientes en este momento te diré que sí, que deberías de tenerlo, porque no habrá montaña con rocas, ni lagos con peces, donde poder esconderte de mi dedo. Ahora sonríes, - me desconciertas – sigues sin entender nada y aun así te muestras con una extraña paz interior. Tal vez debería de atravesarte de una vez por todas, dejarme de miramientos y acabar con todo. Piensa, ¿que te traerá el futuro? Si prosperidad, abundancia, alegría, sueños, todo eso quedó aparcado en la cuneta de una carretera comarcal inexistente. Ya no encontrarás tu camino, darás tumbos sin retorno de uno al otro lado de globo terráqueo buscando el sentido mismo de porque respiras. ¿No te importa? Te ofrezco una salida rápida y no dices nada. Así es imposible trabajar, te quedarás aquí y sufrirás los males del mundo y algún día, cuando menos te lo esperes, me buscarás y no me encontrarás, porque el tiempo se decide entre las moléculas de mi reloj de arena no lo olvides.
