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miércoles, 29 de agosto de 2012

Continuación 3/1

Previously: Capítulo 1, Continuación 2/1


Mi mente seguía sin recordar nada... por mucha presión que me metieran física o psicológicamente, no había nada que hacer. -¿Por qué no me dicen que están buscando y así acabamos cuanto antes? Dije tímidamente. –Tú lo sabes, ¡haz memoria de una vez! Gritó la voz grave detrás de mí.

Pensé que era inútil, que por muchas vueltas que le diese esta conversación se alargaría horas y más horas y nada sacaríamos en claro. Mientras intentaba repasar mis últimos recuerdos, chequeaba cada una de las extremidades de mi cuerpo, sentía todo y nada a la vez. - Enseñarme de nuevo la foto de esa casa. Exclamé.

Era una fachada como muy colonial, de esas con grandes columnas blancas que hacen de pórtico y ventanas grandes con contraventanas de madera. Un recuerdo rápido llegó instantáneamente. Era yo de niño, jugando en ese porche a contar las estrellas tumbado en el balancín. Balancín… volví a la foto, no había balancín ¿Sería lo que buscaban? ¿Para qué querría yo un balancín de hierro oxidado antiguo...? – Algo ha recordado, mírale la cara. ¿No es así? Levanté la vista de nuevo buscando las voces que oía. ¿Y cómo explicaba lo del balancín? Ese recuerdo no servía para nada… o sí… no había forma de saberlo y mi cabeza seguía dándome vueltas.

-Deberías ya saber que no nos gusta esperar y que tampoco nos gusta que el personal se “vaya de rositas” en un tema como est… la voz paró en seco. Un rugido ensordecedor venía del exterior y a juzgar por cómo hicieron silencio no eran buenas noticias.

viernes, 24 de agosto de 2012

Conversaciones en la Trinchera 03

La casa gris.1917 Óleo sobre lienzo. Museo Thyssen,Madrid. 

Cuestión de principios. Encontrar un espacio en el que poder albergar algún atisbo de pensamiento, es todo un lujo. El sonido de los obuses resuenan cada vez más fuertes encima de nuestras cabezas y poder sentarse un segundo y escribir unas líneas es reconfortante. Nos hace creer que por mucho ruido que metan otras batallas, la propia y personal, es la que al final nos quedará a cada uno de nosotros. 
Vuelvo, con ganas y vuelvo. Importante decisión para no abandonar a nadie en el frente. Muchos cayeron, los llamaron "daños colaterales" a mi me gusta más "pasaron de moda". Dentro de la Trinchera, enfangados de barro hasta las rodillas esperamos nuestro momento de salir ahí afuera... mientras tanto, esperaremos órdenes pacientes junto a las ratas. ¿O no?

Conversaciones en la Trinchera 02


¿Y ahora que? ¿Quien vende ropa tendida en el mercado? ¿Quien saluda a los semáforos de las ciudades? ¿Quien malvende un espacio entre las galaxia de Orión y el espacio que queda entre los anillos de Saturno? ¿Quien arrebató a Vulcano el secreto de su fragua?

Ese pequeño espacio dibuja un pequeño mundo acompañado de compases y ritmos. ¿Quien dijo que la vida era un color que movía el sentido del tiempo? ¿Cómo era la sangre de postores de arrabales y tugurios? ¿Quien dijo miedo?

Los sentidos han dejado paso a las sensaciones y con ellas, una pequeña estela es la que se dibuja en un espacio taciturno y tu eres capáz de ver  lo que cambia la existencia. Una porción de cielo se dibuja entre las estrechas calles de la ciudad.
¡Cual fue el precio de la victoria!

¿Pero cual es el momento en el que cualquiera se piensa feliz? Que pequeño espacio es en el que se escriben los versos, esos que putearon un lugar relativo al significado de la palabra sentido...